La parvovirosis es una enfermedad vírica,
causada por un virus muy pequeño, el parvovirus.
A pesar de ello, su efecto en el organismo del
perro es devastador, pues penetra en el organismo
llegando al intestino delgado,
donde lo coloniza y se multiplica en la mucosa
intestinal, destruyéndola. Esto produce
una gastroenteritis hemorrágica,
que es el principal síntoma de la enfermedad.

Diarrea por parvovirus
El resto de síntomas
son comunes a otras enfermedades víricas:
anorexia, fiebre, debilidad, infartación
de los ganglios y síntomas propios de la
gastroenteritis como vómitos y diarrea
sanguinolenta, muy característica de la
enfermedad, líquida, oscura y de olor a
sangre.
Para su diagnóstico se hace un análisis
en heces para buscar el virus, mediante un test.
La consecuencia más grave del
parvovirus es la deshidratación
por lo que es muy importante administrar suero
al perro afectado. También se pueden administrar
antibióticos. No obstante, es una
de las enfermedades más graves,
que afectan sobre todo a cachorros no vacunados
y de elevada mortalidad.
Al ser tan contagiosa, en caso de haber tenido
en casa un cachorro muerto por parvovirus, se
recomienda no volver a tener otro durante un periodo
de tiempo de 6 meses para evitar que
el virus quede latente y pueda contagiar al nuevo
cachorro. También se recomienda no reutilizar
los objetos del anterior perro enfermo con otros
perros, sino que tendrás que comprar un
ajuar nuevo si estás pensando en tener
otro cachorro en casa.
La lejía o limpiar con vapor a presión,
son métodos muy indicados para desinfectar
el suelo y otras superficies donde el perro haya
estado.
Foto parvovirus por Uwe Gille (Own work)
[CC-BY-SA-3.0],
via
Wikimedia Commons
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